Junto a los jóvenes, entre digitalización y comunidad
El centro juvenil se transforma en laboratorio digital para ofrecer a los jóvenes del nuevo milenio una comunidad, formación en valores y creación de oportunidades laborales.
La Diócesis de Turín, con el apoyo de la Fundación Carlo Acutis, está dando vida a una experiencia completamente excepcional y original, diseñada también para replicarse en otros lugares y a diferentes escalas. Una nueva forma de aprovechar el potencial de la cultura digital para dar respuesta a los retos de nuestro tiempo: desde la nueva pobreza juvenil hasta la brecha digital de los mayores.
Pobreza de relaciones, experiencias y oportunidades. Son las mismas necesidades sociales a las que el Beato Carlo Acutis dedicó sus fuerzas. No es casualidad que un aula del laboratorio cultural permanente del Pompei Student Lab de Turín lleve el nombre del Beato Carlo Acutis. Su testimonio de vida también se ha convertido en inspiración para el proyecto del laboratorio digital.
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El proyecto nació en los espacios de la Parroquia de Madonna di Pompei en Turín.
Hasta la fecha, se han creado dos Carlo Acutis Digital Lab: en la Parroquia de Sant’Antonio Abate, Piazza Stampalia 17 – 10148 Turín (TO), inaugurada el 26 de mayo de 2023; en el Oratorio Salesiano Michele Rua, Via Paisiello 37 – 10154 Turín (TO), inaugurado el 8 de octubre de 2023.
El Laboratorio Digital impulsará la atención a las nuevas generaciones (cultivando su potencial), la digitalización (al servicio del bien común y de los sectores más desfavorecidos de la población) y la comunidad (favoreciendo el encuentro entre distintas generaciones, especialmente jóvenes y personas de la tercera edad).
La Fundación Carlo Acutis, que desde los inicios ofrece su apoyo al proyecto Laboratorio Digital, pretende crear un espacio cuya misión sea crear oportunidades para los jóvenes y la inclusión para todas las edades, no solo en el ámbito de los estudios y la investigación, sino también en el de la creación de empleo. Con el deseo de que Turín pueda tomarse como modelo en muchos otros lugares, tanto en Italia como en todo el mundo.
La Santa Sábana ha inspirado, provocado y desafiado a personas de todo el mundo durante siglos. La Fundación Carlo Acutis trabaja para promover el conocimiento de este Tesoro guardado en la ciudad de Turín y apoyar obras sociales y de caridad inspiradas en la imagen del Amor más grande impresa en ella.
En ocasión del encuentro europeo de la comunidad de Taizé en Turín en 2022, en colaboración con la Academia Albertina de Bellas Artes y con el apoyo de la Consulta para los Bienes Artísticos y Culturales de Turín, la Fundación Carlo Acutis ofreció a jóvenes de países de todo el continente la experiencia de volti nel Volto, un camino artístico centrado en el Santo Rostro.
La Fundación Carlo Acutis está participando en los trabajos para la Iglesia de Kwauso, una escuela dedicada al Santo Rostro en Bukoba, Tanzania. El origen de la escuela de Qwauso es resumido por su fundador, Padre Stanislaus Mutajwahaha, en siete palabras: “El después de mirar la Sábana Santa”. Estas palabras capturan la esencia de la vitalidad del Santo Sudario en aquellos que acogen su inspiración, por eso la Fundación Carlo Acutis las ha elegido para definir su operatividad relacionada con el Sudario.
El proyecto surge de la propuesta de un ferviente devoto del Beato Carlo Acutis.
El donante manifestó su deseo de conceder becas de estudio para ayudar a estudiantes talentosos de informática con dificultades económicas, haciendo él mismo una generosa contribución anual.
La Fundación aceptó la propuesta y decidió participar en la financiación y conceder becas anuales en Milán y Turín.
En Milán, con el apoyo del Politécnico, se publicará antes del mes de noviembre una primera convocatoria para conceder dos becas anuales. Los estudiantes podrán disfrutar de estas becas durante el año 2022.
Un hogar para niños que se han quedado solos, sin distinciones religiosas
La ONG Asociación Bambino Gesù del Cairo financia la construcción del orfanato «Oasi della Pietà» en la Nueva Capital Administrativa de Egipto, cerca de El Cairo (las obras se iniciaron en febrero de 2020).
La obra, propiedad de la Iglesia católica copta de Egipto, incluye también la construcción de un hospital pediátrico que estará asociado al Hospital Bambino Gesù de Roma. Esta forma parte de un proyecto más amplio de diálogo de la Santa Sede con Egipto y con el mundo islámico en general.
El Orfanato «Oasi della Pietà» servirá para ofrecer a los niños y jóvenes, privados de asistencia familiar, un hogar donde recibirán cuidados, protección y acompañamiento para un crecimiento sano y su desarrollo educativo.
Su misión principal consistirá en desarrollar sus habilidades físicas, psicológicas, lingüísticas y sociales para ayudar a mejorar su vida.
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El Orfanato acogerá a todos los niños sin distinción religiosa alguna.
La Fundación participará en la construcción de la capilla del Orfanato (con un coste total estimado de 540.000 €). La capilla tendrá un fuerte vínculo con la figura del beato Carlo Acutis. De hecho, la imagen del Beato, que el Papa ha bendecido recientemente, después de una peregrinación de esperanza por las diócesis egipcias, se colocará de forma permanente en la capilla del orfanato en posición simétrica a una imagen de Nuestra Señora de Fátima.
Las obras del orfanato empezaron en agosto de 2020 y, a pesar de la pandemia, en el mes de septiembre de 2021 ya se había completado el 70 % de las obras de construcción.
Oportunidades para los jóvenes entre la formación y el trabajo
«Scuola Bottega» es un histórico programa de escuela taller creado para ayudar a jóvenes desfavorecidos a conseguir el graduado escolar.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Carlo Acutis, se lleva a cabo en Milán, en el barrio de Corvetto, por parte la Fundación Specchio d’Italia y la Cooperativa La Strada. Está dirigido a jóvenes que no han conseguido terminar sus estudios de educación secundaria. En convenio con las escuelas de origen, 15 alumnos (entre 14 y 17 años) cambian su forma de afrontar la educación secundaria, asistiendo a la sede de la cooperativa durante todo el último año escolar para cursar un programa personalizado.
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Además de las asignaturas obligatorias, los alumnos también pueden beneficiarse de actividades en el taller (panadería y carpintería) y prácticas en diferentes tipos de empresas: una forma muy eficaz de entrar en contacto con el mundo laboral. En junio, todos deben aprobar el examen de octavo grado, para finalizar la experiencia de manera positiva y útil para su futuro.
El objetivo del proyecto y de la Fundación Carlo Acutis es recuperar a chicos y chicas con elevado riesgo de abandono escolar, contrarrestando el abandono de los estudios y acompañando a los jóvenes hasta obtener la titulación.
En enero de 2014 la ONGComunidad de Cristianos en el Mundo inauguró la casa familia «Carlo Acutis» en el poblado de Kitwiru (distrito urbano de Iringa, Tanzania). El edificio acoge actualmente a 16 niñas y adolescentes huérfanas o en situación familiar de vulnerabilidad, y actúa también como centro de animación y espacio de encuentro para los niños de la zona y de lugar de encuentro para los jóvenes y las comunidades de base de la Parroquia.
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La Comunidad de Cristianos en el Mundo se fundó en Agrigento en 1969 para vivir por todo el mundo el espíritu de las Bienaventuranzas, en una síntesis vital de oración y acción. Está formada por grupos de familias, de sacerdotes y de religiosas (discípulos del Redentor) que colaboran en distintas obras de caridad, en la variedad de sus recíprocos talentos. De esta forma se han creado escuelas, albergues, centros de escucha, además de obras de apoyo espiritual y material para personas en situación de vulnerabilidad.
En Tanzania, además de la casa familia Carlo Acutis, la Comunidad trabaja en Ipogolo (Iringa) asistiendo a niños y niñas necesitados también con un dispensario médico.
En Italia la Comunidad tiene presencia en Roma y en Sicilia, en Agrigento, Catania y Palermo.
La Fundación, en colaboración con Specchio d’Italia, ayuda a los niños de la zona de Nganzo en Ruanda.
Aquí las clases tienen una media de 65 alumnos y solo el 65 % de los estudiantes terminan sus estudios (datos de 2016, fuente Unicef). Miles de niños y niñas se quedan por el camino: las clases son demasiado caras y es complicado llegar hasta las aulas. Y las familias son cada vez más pobres.
El Covid lo ha empeorado todo, para muchos niños y ñinas la asistencia a la escuela es cada vez más irregular a causa de la pandemia, la malaria y las infecciones intestinales. Y disminuye aún más durante la temporada de lluvias, cuando moverse por esta región se vuelve prácticamente imposible.
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Para que los niños no interrumpan sus estudios, los institutos disponen de residencias, donde los niños viven lejos de sus padres, pero cerca de los pupitres y las pizarras.
El alojamiento en estas instalaciones duplica el gasto de las familias: si un año de matrícula cuesta 150 euros, cuando se añade el internado se necesitan 300. Cifras enormes para estas familias tan pobres.
También están los niños sordomudos, a los que nadie viene a recoger después de la escuela, simplemente se abandonan. Las monjas misioneras cuidan de ellos (y de muchos otros niños necesitados, con o sin discapacidad) y administran la mayoría de las escuelas de la zona, incluidas las de Kicukiro, Nyamirambo, Rulindo, Kigali, Musanze y Nyarugenge.
Los hemos adoptado para financiar sus estudios y ofrecerles la posibilidad de un futuro mejor.
El objetivo es colaborar económicamente con la estancia en el internado del mayor número posible de estudiantes, pagándoles la matrícula escolar, la residencia, el comedor, el material escolar y los uniformes.
Este proyecto es de especial importancia en estos tiempos de graves dificultades económicas para tantas personas.
El proyecto se dirige principalmente a 50 usuarios del comedor diocesano y a algunos trabajadores en situación de vulnerabilidad que deambulan alrededor de las obras del Santuario.
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Se espera que las obras de remodelación del comedor finalicen en enero de 2022.
Ya se ha puesto a disposición el apartamento dedicado a la acogida de emergencia.
Desde mayo de 2021 se ha utilizado en numerosas ocasiones como albergue temporal, mientras que desde septiembre acoge a una familia compuesta por una madre y sus tres hijos, que recibe seguimiento por parte de Caritas de la diócesis de Asís.
Con este proyecto queremos contribuir a la mejora de las condiciones y las perspectivas de vida de personas con dificultad para la reinserción laboral.
Gracias a este proyecto, se ofrece a personas con madurez y experiencia la oportunidad de reinsertarse en el mercado laboral y compartir la profesionalidad que han adquirido a lo largo de los años.
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Además, gracias a la reinserción en entidades benéficas, el proyecto multiplica su valor social.
Gracias a este tipo de iniciativas, las personas pueden recuperar la conciencia de un papel positivo y gratificante no solo en el trabajo que llevan a cabo, sino como personas que forman parte del mercado laboral y titulares de un pleno y reconocido derecho de ciudadanía.
